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Por MetalMrForever e IA.
Con "Death, Where Is Your Sting", Avatarium vuelven a demostrar por qué son una de las formaciones más singulares del doom contemporáneo. El tema que da nombre a su quinto álbum se erige como una pieza donde el peso de las guitarras se equilibra con un cuidado exquisito por la atmósfera y la melodía.
La base es puro doom sabbathiano, con riffs graves que parecen salir de una caverna, pero al mismo tiempo tiene un rollo muy cuidado, con espacio para que cada instrumento respire. Marcus Jidell a la guitarra está fino, moviéndose entre la pesadez y momentos más melódicos que te dejan flotando.
Pero el verdadero eje está en la voz de Jennie-Ann Smith, que con un timbre a la vez cálido y poderoso transforma el carácter sombrío del tema en una experiencia casi redentora. No se limita a cantar, transmite.
La letra parece un cara a cara con la parca, pero en lugar de rendirse ante ella, la desafía:“Todavía estoy vivo” en una proclamación cargada de fuerza. Esa dualidad entre lo inevitable y la resistencia encuentra un eco perfecto en la música: oscuridad y luz conviviendo en un mismo espacio sonoro.
Truenos que rugen, relámpagos que desgarran el cielo, fuego que lo devora todo… Avatarium tiran de toda la imaginería clásica del doom, esa iconografía oscura que aquí no suena cliché, sino que cobra nueva vida en cada verso.
“Death, Where Is Your Sting” no busca impactar por la velocidad ni por la brutalidad, sino por la profundidad emocional de su atmósfera. Es doom que respira, que se detiene, que permite contemplar la fragilidad humana y, a la vez, la resiliencia que surge de ella.
Una auténtica "Gema del Silencio", de esas que no hacen ruido por volumen, sino por la intensidad emocional que arrastran.
Contexto y significado:
- El título en sí viene de una cita bíblica (Corintios 15:55: “Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?”), que se usa como desafío: la muerte ya no puede vencer.
- Jennie-Ann Smith explicó en entrevistas que durante la pandemia escribía pensando en transformar la oscuridad en belleza y esperanza.
- Musicalmente, el tema no es aplastante ni deprimente: la voz clara y emocional de Jennie-Ann, junto con los pasajes melódicos, hacen que tenga un aire casi redentor, como si la sombra de la muerte se disolviera en luz.
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